Este dibujo llamado Emblema concursante, está al igual que otros inspirados en los grabados del siglo XVI y XVII, y son unos eslabones de Emblemas silentes, mi nuevo proyecto. Influenciados por la emblemática del Renacimiento y el Barroco, los primeros trabajos eran más näif, más esquemáticos, los más nuevos son con otra línea, con mucho más elaboración y estudios.
Los comienzo a lápiz sobre papel, posteriormente compongo digitalmente la imagen y luego los retoco, la luz, el contraste, las curvas y niveles de iluminación, etc.
Suelo estudiar en bibliotecas sobre estas figuras simbólicas, como definía Alciato a los emblemas. Estos se componían de tres partes, el imago: la figura, o cuerpo del emblema; el lemma, que puede ser un título; y el epigramma, explicación de la imagen y el título. Este lenguaje gráfico-literario toma motivos de la naturaleza, y existían de diferentes índoles, como emblemas de alquimia. Los míos son silentes, en sentido que no utilizo textos explicativos ni títulos que distraigan el recorrido visual.
El libro Emblemata del mencionado Alciato, editado más de 170 veces desde su primer publicación en 1531, en Augsburgo ( Alemania), es un gran referente para estudiar esta temática. A comienzos del siglo XVII ya estaba traducido en varios idiomas. También el libro Emblemas de Francis Quarles (1635) o el de Hieroglyphica de Horapolo, tratado de la Antigüedad, cuya primera traducción al latin fue realizada por Bernardino Trebacio, y el Sueño de Polífilo » Hypnerotomachia Poliphili», surgido de la imprenta de Aldo Manuzio en 1499, atribuido a Francesco Colonna, y según estudiosos con dibujos de prestigiosos artistas, algunos piensan en Mantegna como posible autor de ciertas xilografías.
Los emblemas y jeroglíficos han sido de gran interés para los neoplatónicos humanistas, en el siglo XV y XVI, algunos de estos artistas o pensadores, que podían pasear por los jardines de los Médicis en Florencia, por poner un lugar, compartieron el gusto por los jeroglíficos por ejemplo, ya qué, vieron en ellos un camino de la intuición para alcanzar verdades que eran inaccesibles al pensamiento discursivo. Aunque cabe recordar que este gusto comenzó en la corte de Maximiliano I, y que erróneamente se tomaron los jeroglíficos como ideogramas, hasta después de 23 años de estudios de Champollion con la Piedra Rosetta y su traducción por el año 1822 se supo que eran un complejo sistema compuesto por ideogramas, fonogramas y signos silábicos.
Mis emblemas no contienen ni título ni texto, porque hay que ser muy ingenioso e inteligente para escribir en pocas líneas un significado amplio o moralizantes, por ejemplo. Pero lo que hice es trabajar más la línea, completar más las composiciones, aunque siempre retomo lo non-finito, pero dejando los matices ingenuos y que el res significans ( la interpretación) se produzca en quien lo contemple.
La imagen de abajo representa a tres hombres haciéndose selfish, una manera de representar el ego, las vanidades y frivolidades de la Era Digital desde un humor crítico y una lectura ambigua.
Lápiz sobre papel. Arte digital
2019
Marcos Faccio 